I-reverencia


Siempre me ha gustado conjugar el verbo “blasfemar”. No es por diversión ni por capricho. Es mi convicción de atacar la base de datos que la sociedad introdujo en mi cerebro desde el primer día, y tratar de exterminar con una vacuna mental a ese virus maldito que condicionó mi comportamiento mientras duró mi prisión intelectual. Sigue leyendo «I-reverencia»